Es preciso que siempre recuerdes que dentro de ti está el camino. Y que sólo tú decides lo que quieres vivir y cómo quieres vivir.
El Árbol de los Deseos no está ni más ni menos que en nuestro interior. Somos nosotros quienes pedimos y somos nosotros quienes recibimos. La clave está en saber desear lo que realmente queremos, así tanto como en desechar aquellos pensamientos que no nos conducen a buenos destinos.
He aquí una hermosa enseñanza de vida..
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