Date tiempo para superarte día a día y poco a poco, verás los resultados... "Cada vez tendrás más práctica y más fuerza, y serás más grande y más sabio. Y llegará el momento en el que el tronco que te tomaba horas y horas hace un tiempo, hoy lo liquidarás en dos poderosos hachazos. Te atreverás con troncos mayores y serás capaz de cortar muchos árboles en una sola jornada". ~
Cuenta la leyenda ...
...que el granjero llamó un día a su hijo y le
dijo:
- - Hijo, has cumplido 12 años y tienes que hacerte
cargo de tus responsabilidades... aquí te hago entrega de tus herramientas. Lo
primero que te daré será este hacha.
El pequeño, orgulloso de ser considerado ya mayor, se emocionó y
tomó el
hacha con las manos temblorosas.
- Gracias Padre !!, me siento muy feliz.
El padre, le señaló un grueso tronco acomodado sobre unas trabas y
le dijo:
- Ahora,
úsala y corta ese tronco !!
- Jamás sabría como cortar ese tronco !!, es
demasiado grande para mi !! - exclamó con pena y vergüenza el joven
El padre, le paso el brazo sobre el hombro y le dijo:
- - Nunca
sabrás si no lo intentas. Hazlo !!
El joven SABÍA que era un tronco demasiado grueso para sus
fuerzas, pese a eso y para no decepcionar a su padre, levantó con esfuerzo la
pesada hacha y descargó el más fuerte golpe del que era capaz. Como era de esperarse el hacha quedó clavada en el tronco y el
pobre muchacho hacia esfuerzos desesperados por liberarla sin poder lograrlo.
Con una sonrisa, el padre le paso una mano por su cabeza y le
dijo:
- - Hijo, lo
primero que tienes que aprender es que la verdadera fuerza no está en tus brazos. Está en tu cabeza. Con inteligencia y esfuerzo conseguirás lo que
te propongas. El consejo que voy a darte ahora es que NO tienes que fijarte objetivos desmesurados y fuera de tus
capacidades para lograrlos de
inmediato. Todo será más sencillo si regulas tus fuerzas a
tu nivel y usas la inteligencia.
Acto seguido tomó el hacha y, dándole una pequeña inclinación dio
un golpe en un sentido y otro más en el sentido contrario produciendo una
pequeña muesca en el tronco. Las astillas saltaron en todas direcciones. Luego,
pasó el hacha al muchacho y lo invitó a que continuase.
El joven, dando golpes en un sentido y en otro empezó a
profundizar el corte, al cabo de una dura y esforzada hora el grueso tronco con
un fuerte ruido de quiebre final, cayó al suelo partido al medio.
Feliz y adolorido el muchacho se dirigió hasta donde estaba su
padre en las labores y le dijo:
- - Entendí
!!, cuando una tarea sea demasiado grande para terminarla de un solo golpe debo encararla dividiendo
la misma en objetivos mas pequeños !! Si soy persistente y no cedo terminaré siempre por lograrlo.
El padre con una sonrisa afectuosa y feliz ante la nueva sabiduría
de su pequeño hijo, sacó un pan de su morral y juntos se detuvieron a ver el
atardecer mientras disfrutaban de su bien ganado descanso.
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