lunes, 27 de agosto de 2012

Gente


Simplemente, hay gente..

Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreir entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas
y nos hace recorrer toda la mágia.

Hay gente que con sólo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa
sirve el puchero, coloca guirnaldas.
Que con sólo empuñar una guitarra

hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con sólo abrir la boca
llega hasta los confines del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar al vino en las tinajas
y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.

Hamlet Lima Quintana

jueves, 23 de agosto de 2012

El Tazón de Madera del Abuelo


Mientras los primeros momentos de sol abrazan nuestra ciudad, nos permitimos una cálida caricia que nos transporta al hogar, a nuestros padres, a esas personas que estuvieron desde el inicio de nuestro inicio...Aprendamos a valorar lo que tenemos, a disfrutarlos y a permitirles también a ellos que nos disfruten y nos valoren. Nada más acorde a la calidez de nuestro clima... Buen jueves, queridos amigos!


El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.
Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y  la  vista enferma del anciano hacían el
alimentarse asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación.
"Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente. Derrama  la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo". Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor.  Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.  De vez en cuand miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde  antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para  ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos."  Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y  lo  guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó  un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el
esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus  oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la  familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.

Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.

He aprendido que independientemente de la relación que tengas  con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.

He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.

He aprendido que aún tengo mucho que aprender

"La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca  cómo los hiciste sentir."

miércoles, 22 de agosto de 2012

El Gato y la Meditación


De vez en cuando, deberíamos repreguntarnos ciertas normas... quizás no sean tan importantes de respetar, ni de continuar respetando. Quizás, sea necesario reestablecer nuestro mundo, bajo nuevos ideales que nos permitan avanzar... no permitas que un "gato" te ate a una historia que ni siquiera podrías interpretar...


Un gran maestro zen, responsable del monasterio de Mayu Kagi, tenía un gato que era su verdadera pasión en la vida. Cierta mañana, el maestro, que ya estaba muy mayor, apareció muerto. El discípulo más aventajado ocupó su lugar.

-¿Qué vamos a hacer con el gato? – le preguntaron los otros monjes.

En homenaje al recuerdo de su antiguo guía, el nuevo maestro decidió permitir que el gato continuase presente en las clases de meditación zen.

Algunos discípulos de monasterios vecinos, que viajaban mucho por la región, descubrieron que, en uno de los más prestigiosos templos de la zona, un gato participaba en las meditaciones. La noticia empezó a correr.

Transcurrieron muchos años. El gato murió, pero los alumnos del monasterio estaban tan acostumbrados a su presencia, que se hicieron con otro gato. Mientras tanto, otros templos empezaron a introducir gatos en las sucesiones de meditación: pensaban que el gato era el verdadero responsable de la fama y de la calidad de la enseñanza de Mayu Kagi, y se olvidaban de que el antiguo maestro había sido un excelente instructor.

Un profesor universitario desarrolló una tesis – aceptada por la comunidad académica – defendiendo que el felino tenía la capacidad de aumentar la concentración humana, y eliminar las energías negativas.

Y de esta manera, durante todo un siglo, se consideró al gato como parte esencial en el estudio del budismo zen en aquella región.

Hasta que apareció un maestro que tenía alergia al pelo de los animales domésticos y que decidió prescindir del gato en sus prácticas diarias con alumnos.

Se produjo una gran reacción en contra, pero el maestro se mantuvo firme en su decisión. Como este era un excelente instructor, los alumnos continuaban con el mismo buen rendimiento en sus estudios, a pesar de la ausencia del gato.

Poco a poco, los monasterios – siempre en busca de nuevas ideas, y ya cansados de tener que alimentar a tantos gatos – fueron eliminando a los gatos de las clases. Al cabo de veinte años empezaron a aparecer nuevas tesis revolucionarias – con títulos bien convincentes como “La importancia de la meditación sin gato”, o “Equilibrando el universo zen apenas con el poder de la mente, sin ayuda de los animales”.

Transcurrió otro siglo, y el gato salió por completo del ritual de meditación zen de aquella región. Pero habían hecho falta doscientos años para que todo volviese a lo normal – ya que a nadie le dio por preguntarse, durante todo este tiempo, por qué el gato estaba allí.

¿Y cuántos de nosotros, en nuestras vidas, nos atrevemos a preguntar por qué hemos de actuar de determinada manera? ¿Hasta qué punto, en lo que hacemos, nos servimos de “gatos” inútiles que no nos atrevemos a eliminar porque cierta vez nos dijeron que los “gatos” eran importantes para que todo funcionase bien?

¿Por qué no buscamos una manera diferente de actuar?

martes, 14 de agosto de 2012

El Cirujano


Hoy, dosis doble, para amortiguar el frío..


Un mecánico estaba removiendo la cabeza de un cilindro de un motor V12 perteneciente a un "Jaguar", cuando vio a un conocido y afamado cirujano del corazón en el Garaje...

El cirujano estaba esperando ser atendido por el jefe de servicio. 

El mecánico le gritó al cirujano:
"Hey Doc... ¿Le puedo hacer una pregunta?"
   
El Cirujano, un poco sorprendido, caminó hacia el mecánico.

Éste,  limpiándose sus manos en una toalla, le lanzó a "boca jarro", la  siguiente pregunta...

"Vea Doc, échele una mirada a este motor.”

Yo abrí su corazón, le saqué las válvulas y el árbol de levas, las arreglé, las volví a instalar y cuando terminé, el motor funcionó como nuevo.

Entonces, ¿Porqué recibo un salario tan pequeño mientras que Ud. obtiene un montón de dinero, cuando ambos hacemos básicamente el mismo trabajo?
El Cirujano se inclinó, pausadamente sobre el Mecánico y le dijo, casi susurrándole al oído:

"Trata de hacerlo con el motor en marcha"

El Tornillo

En este día de lluvia, le ponemos un poquito de sentido a nuestra incesante actividad laboral...Pero qué importante es saber qué tornillo apretar!



viernes, 10 de agosto de 2012

Mariposas


Una nueva obra de Mariana Manzi, quien nos llena la tarde de viernes con una hermosa reflexión. Sé como la mariposa...nunca dejes de volar libremente. 

  Los seres humanos somos como orugas. Durante nuestro desarrollo nos alimentamos de hojas repletas de emociones, sentimientos y experiencias. No obstante, cuando llegamos a la madurez sufrimos grandes cambios externos e internos.

En un momento de nuestra existencia dejamos de crecer para enriquecer nuestro espíritu. Debemos nutrir nuestro interior para tratar de alcanzar la sabiduría necesaria para poder comprender nuestra misión en esta vida.

La humanidad no entiende que la respuesta de todas nuestras preguntas se encuentra en nuestro corazón. Vivimos en un mundo acelerado donde nadie se detiene a escuchar su alma.

Somos mariposas dentro de un cuerpo. Debemos lograr una metamorfosis espiritual para poder volar y crear  pensamientos elevados que le sirvan a generaciones futuras.

Podemos romper nuestros miedos y ser mejores personas. Cada individuo es único y deja una huella en este mundo. Dejemos de pertenecer a estructuras por temor a elevar nuestra conciencia.

A partir de ahora voy a observar el pasto verde, el agua que corre , el sol que me alumbra y las mariposas en primavera. Voy a agradecer cada minuto de mi existencia y voy a tratar de transmitir todos mis conocimientos para generar una energía luminosa en el otro. Los invito a ser parte de esta experiencia.


**********************Seamos luz entre tanta oscuridad***********************

                                                                                                           Namaste, Mariana Manzi

jueves, 2 de agosto de 2012

El Bordado de Dios

Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando.

Yo observaba el trabajo de mi mamá desde una posición más baja que donde estaba sentada ella, así que siempre me quejaba diciéndole que desde mi punto de vista lo que estaba haciendo me parecía muy confuso.


Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía: "Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde mi posición".
Me preguntaba porqué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y porqué me parecían tan desordenados desde donde yo estaba. Unos minutos más tarde escuchaba la voz de mi mamá diciéndome: "Hijo, ven y siéntate en mi regazo”.


Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo se veía tan confuso.


Entonces mi mamá me decía: "Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Había un diseño, sólo lo estaba siguiendo. Ahora míralo desde mi posición y sabrás lo que estaba haciendo."


Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho: "Padre, ¿qué está haciendo?
El responde: "Estoy bordando tu vida."


Entonces yo le replico: "Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, ¿porqué no son más brillantes?"


El Padre parecía decirme: "Mi niño, ocúpate de tu trabajo haciendo el mío y un día te traeré al cielo y te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces entenderás..."