Puede que esta vez, el cuento no sea presentado como tal...
Más que un cuento, hoy nos proponemos regalar una caricia para el alma. Una caricia que viene del amor.
Una caricia con amor.
Esperamos que pueda ser disfrutada tal como la disfrutamos nosotros.
Esta narración inspira calidez, compañía, verdadero sentido de este sentimiento que tan importante es para nuestras vidas.
Amor de pareja, amor de padre y madre, de hijo. Amor de hermano, amor de amigo. Nada más, ni nada menos que AMOR...
El amor es la energía más
básica y dominante que existe. Es la esencia de nuestro ser y nuestro universo.
Es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las
cosas, a todas las personas.
El amor disuelve el miedo. Cuando se siente amor no puede temerse nada. Como todo es energía, y el amor abarca todas las energías, todo es amor.
No tengamos miedo. Somos inmortales, espíritus eternos, y somos siempre amados. De hecho, somos amor. No morimos; cuando muere nuestro cuerpo físico, una parte de nosotros sigue existiendo.
Espíritu, alma, conciencia. Es como atravesar un umbral para entrar en otra habitación mayor, más luminosa.
Siempre nos rodea el amor. Nuestros seres queridos no nos abandonan nunca. Todos somos almas hermosas e inmortales. Estamos en un cuerpo durante un tiempo, pero nuestra esencia no es ese cuerpo.
Dentro de nuestras formas humanas, hay un ser espiritual. Nuestra parte espiritual nunca muere. Jamás perdemos a nuestros seres queridos. En realidad, todos los seres humanos estamos conectados para siempre,
La energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba. Lo que sucede es que aún no hemos podido aprovechar esa energía tan básica y pura. Cuando lo consigamos, podrá darse una curación en todos los niveles, individual y planetaria.
Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el amor. Cuando comprendamos de verdad el concepto de que el amor es energía que lo abarca todo y que su impulso curativo puede transformar con rapidez nuestros cuerpos, mentes y almas, superaremos nuestros males y nuestros dolores.
Olvídate del pasado. Ya no volverá. Aprende de él y déjalo en paz. La gente madura y cambia constantemente. No te aferres a una imagen limitada, desconectada y negativa de una persona en el pasado. Mírala como es ahora. Tu relación con los demás está siempre viva, siempre en continuo cambio.
Ser feliz y divertirse no es malo ni es un pecado, ni algo poco espiritual. Al contrario no avanzarás hasta que aprendas a estar alegre.
Los seres humanos tenemos muchas dimensiones, pero el tiempo no es como lo vemos, sino que se compone de lecciones que se van aprendiendo.
El amor disuelve el miedo. Cuando se siente amor no puede temerse nada. Como todo es energía, y el amor abarca todas las energías, todo es amor.
No tengamos miedo. Somos inmortales, espíritus eternos, y somos siempre amados. De hecho, somos amor. No morimos; cuando muere nuestro cuerpo físico, una parte de nosotros sigue existiendo.
Espíritu, alma, conciencia. Es como atravesar un umbral para entrar en otra habitación mayor, más luminosa.
Siempre nos rodea el amor. Nuestros seres queridos no nos abandonan nunca. Todos somos almas hermosas e inmortales. Estamos en un cuerpo durante un tiempo, pero nuestra esencia no es ese cuerpo.
Dentro de nuestras formas humanas, hay un ser espiritual. Nuestra parte espiritual nunca muere. Jamás perdemos a nuestros seres queridos. En realidad, todos los seres humanos estamos conectados para siempre,
La energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba. Lo que sucede es que aún no hemos podido aprovechar esa energía tan básica y pura. Cuando lo consigamos, podrá darse una curación en todos los niveles, individual y planetaria.
Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el amor. Cuando comprendamos de verdad el concepto de que el amor es energía que lo abarca todo y que su impulso curativo puede transformar con rapidez nuestros cuerpos, mentes y almas, superaremos nuestros males y nuestros dolores.
Olvídate del pasado. Ya no volverá. Aprende de él y déjalo en paz. La gente madura y cambia constantemente. No te aferres a una imagen limitada, desconectada y negativa de una persona en el pasado. Mírala como es ahora. Tu relación con los demás está siempre viva, siempre en continuo cambio.
Ser feliz y divertirse no es malo ni es un pecado, ni algo poco espiritual. Al contrario no avanzarás hasta que aprendas a estar alegre.
Los seres humanos tenemos muchas dimensiones, pero el tiempo no es como lo vemos, sino que se compone de lecciones que se van aprendiendo.
Braian Weiss
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