La piel se arruga.
El pelo se vuelve blanco.
Los días se
convierten en años.
Pero lo importante no cambia.
Tu fuerza, tu comunicación.
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay un desafío.
Mientras estés vivo, sentite vivo.
Si extrañas lo que hacías, volvé a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Seguí aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en vos.
Hace que en vez de lastima, te tengan respeto.
Cuando por los años, no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa un bastón.
Pero nunca, nunca, te detengas. NUNCA.
Sonríe a la vida y enfréntala con esperanza, con alegría y
con la fuerte convicción que eres la persona más importante que hay en el mundo
para tí.
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